Burgos estrena contenedores para orgánicos

Publicado el 02/03/2015

Desde hace unos días, los barrios de Cellophane y G-3 cuentan con un nuevo vecino entre las islas de contenedores de residuos, el contenedor marrón. Este elemento servirá para recoger residuos orgánicos, fundamentalmente de comida. Estos desperdicios deberán separarse del resto de basura y del vidrio, plásticos y papel. El contenedor marrón servirá para crear compostaje, un abono natural de calidad. Actualmente, el contenedor gris, que recoge todo tipo de residuos, se traduce a material bioestabilizador que con la nueva normativa pasa a no ser considerado reciclaje.

Se trata de un proyecto piloto que servirá, en primer lugar, para testar la acogida de este nuevo contenedor marrón en los hábitos de los ciudadanos y en segundo lugar para ajustar el futuro pliego de contratación de la subcontrata de Basuras que deberá realizarse dentro de dos años.

La Ley de Residuos obligará a las ciudades en 2020 a reciclar el 50 por ciento de los residuos que generen. Actualmente, Burgos recicla el 39 por ciento, incluyendo el material estabilizador que se genera y que no contabilizará como residuo recuperado. Por lo tanto, hay trabajo que hacer para alcanzar esa cifra y la primera medida tomada desde el Ayuntamiento es instalar el nuevo contenedor marrón en los barrios de Cellophane y G-3. Estas zonas han sido elegidos por su perfil demográfico, Cellophane, como zona residencial y G-3 como fórmula mixta entre barrio residencial con zonas comerciales.

Los contenedores grises, que venían recogiendo la basura que no eran plásticos, papel ni vidrio, ahora sólo deberán utilizarse para los restos, excluyendo los orgánicos que pasan al contenedor marrón. Carolina Blasco, concejala de Medio Ambiente, ha pedido colaboración ciudadana para mejorar los índices de reciclaje que no se imponen a los ciudadanos, pero sí a los ayuntamientos. “Debemos dar un paso más en la recogida de  residuos para conseguir una ciudad más limpia y sostenible, no sólo por cumplir con la normativa, sino porque Burgos es una ciudad en la que la limpieza es un valor que todos los ciudadanos tienen en cuenta”, explicaba Blasco. Aún así, para aquellos que no reciclen, sus bolsas de basura deberán seguir tirándose a los contenedores grises.

El perfil de los residuos

El 22 por ciento de la basura que generamos no puede traducirse en reciclaje. El 78 por ciento restante es recuperable a través de recogida selectiva, pero sólo se recicla el 39. El 16,5 por ciento en vidrio, plásticos y papel y el 22,5 por ciento de materia orgánica que permite generar electricidad y material bioestabilizador, anteriormente considerado compostaje, pero que la nueva normativa no lo estima de calidad como abono. Con estos datos, el Ayuntamiento tiene un 39 por ciento de mejora.

Los nuevos contenedores marrones forman parte de la denominada ‘Recogida Selectiva de Fracción Orgánica’ (FORS). Su reciente instalación marca el objetivo municipal de mejorar los porcentajes, marcándose el objetivo de pasar del 16,5 al 22,5 por ciento en plásticos, vidrios y papel y del 22,5 actual, al 28,5 por ciento en material orgánico. En total, este proyecto piloto pone el listón en aumentar en doce puntos el índice de reciclaje.

145 nuevos contenedores

Durante esta semana, el Ayuntamiento ha instalado 24 nuevas islas con 145 contenedores nuevos que también se pondrán a prueba durante este periodo de prueba piloto y de funcionar como se espera, pasarían a ser incorporados al resto de barrios. Los contenedores retirados en buen estado, servirán para sustituir los de otros barrios que estén deteriorados.

 

Fuente: http://burgosconecta.es/2015/03/06/el-reciclaje-estrena-contenedores-marrones-para-organicos

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